El Corsario de Dios

Ron, atracos y más ron, esa era la consigna pirata de los españoles; que si bien, se sumaron en la carrera por las riquezas del Caribe mucho después que los franceses y los ingleses, no se quedaron atrás haciendo de las suyas. Ahora te contaremos la historia de un corsario tan célebre que está a la altura de Black Sam y mismísimo Barbanegra; éste era Amaro Pargo, el Corsario de Dios.

Amaro Paro nació en San Cristóbal de la Laguna, en Tenerife, una población bien acaudalada en Las Canarias, las islas provincianas de España, en el año 1678. Comenzó como comerciante de bienes por el Mediterráneo y el Atlántico, fue un prestamista con unos términos de pago muy peculiares y también considerado un fiel devoto al catolicismo.

Este español llegó al Caribe a causa de la llamada Flota de las Indias, pero los españoles la apodaban «La Flota del Tesoro». Barcos y más barcos totalmente repletos de oro, muchos decían que era el oro maldito de Cortés y otros el Oro Azteca que los conquistadores le robaron a Moctezuma, sea como sea, era el mejor negocio que podría atraer a un hombre a las claras aguas del Caribe.

La Península de Yucatán trajo a Pargo a bordo de El Ave María y las Ánimas, debía transportar cargamento de la Flota del Tesoro de regreso a España, pero antes tenía que custodiar más de ese cargamento en la Habana, Cuba, allí el gobernador le encomendaría otra misión para que trajera de vuelta bienes de Kingston en Jamaica. Sus viajes a las Indias Occidentales estuvieron cargados de muchos asaltos, de los cuales Amargo Pargo salió victorioso, sabía cómo y dónde atacar, el Caribe era su campo de juego y conocía sus aguas de memoria.

Siendo comerciante, este marino español consiguió amasar una muy buena fortuna, tanto así que le costeó el funeral a su mejor amiga, la monja Sor Maria de Jesús León y Delgado; según esta mujer tenía clarividencia y Pargo la usaba como amuleto de la buena suerte.

Ser corsario era muy bien pagado, tanto por ser un trabajo excesivamente peligroso, como por el tiempo que se tenía que pasar en altamar sin pisar tierra firme. Amaro Pargo era uno de los mejores en el Caribe; su objetivo eran los ingleses, la Guerra de Sucesión había dejado un mal sabor en la boca a todos los españoles, y con el simple hecho de ver un barco ingles era motivo para enlistar sus cañones.

Este hombre no tenía igual, tomó el motín aproximadamente de más de 100 barcos; les robó a otros piratas, al Rey de Inglaterra, a la Corona de Francia, a sus compañeros de costa y como si fuese poco le robó también a los Holandeses, que no tenían nada que ver en su misión de corsario.

Dicen que logró encontrar un tesoro y que éste lo escondió debajo de su casa en el Municipio Machado. Según era un cofre que contenía porcelana china, monedas de oro y plata, junto con copas de bronce y otras joyas, no se sabe si esto es cierto o no, pero muchos lo creen así por sus grandes hazañas que lo volvieron famoso; ésta fama era tal que cuando vivía lo llamaban El Pirata de Tenerife, pero él le gustaba más que se dirigieran a su persona como «Pargo»

Pargo murió en 1678, en San Cristóbal de la Laguna a sus 69 años, supuestamente de causas naturales. Siendo considerado uno de los piratas más famoso del Caribe.

Las historias que te contamos dicen mucho, hablan de legados, belleza natural y hombres famosos, no te quedes allí y vive la historia tú mismo, con los tuyos, Ven y visita el Caribe.