Han sido muy lamentables los problemas medioambientales por los cuales Haití ha pasado, pero es una nación que sin lugar a dudas sigue adelante, dando todo de sí para superarse en una viva muestra de grandeza. Así es este país caribeño, situado en la isla La Española, cuyo territorio es compartido con República Dominicana. Ahora es momento de contarte un poco sobre esta tierra.
Haití es de esos países que pasan desapercibidos por los turistas y temporadistas al momento de pensar en unas buenas vacaciones o un período de desconexión del estrés generado por las grandes ciudades; no se les culpa, pero realmente merece la pena enfocar el ojo turístico en esta región.
Las playas junto con extensas zonas eco-naturales se fusionan ante la vista. La historia se condensa en un aire colorido a través de los numerosos monumentos repartidos por todo el país. Sí eso lo acompañamos con su música influenciada por raíces afrodescendientes y su riquísima cocina, nos deja claro que las apariencias engañan.
Haití a través de su programa gubernamental llamado «Haití, vive la experiencia» nos invita a pasear y disfrutar de sus playas exóticas de agua color turquesa que se mezcla con innumerables arrecifes coralinos.
La inmensidad de sus fosas subacuáticas, cumbres que se levantan imponentes en los alrededores de La Española y fuertes que demuestran el paso del pueblo por las grandes luchas emancipadoras, hacen de Haití un punto focal para realizar un tipo turismo diferente. La cita de hoy te llevará a conocer lo mejor de sus paseos, edificaciones culturales, sitios de interés y el patrimonio de su gente.
La Citadelle Laferrière: Este basto castillo que funcionó como fortaleza en la época de la colonia, es el principal atractivo turístico de la isla. Un punto histórico que no puedes perderte. Cuenta con paseos guiados que muestran escenas del perdurable encuentro de los españoles con el Nuevo Mundo. Lo curioso es que este fuerte es que tiene forma de barco y cuenta con 365 cañones.
Palacio y la Capilla de Sans Souci: En lo que respecta a hermosura arquitectónica este palacio se lleva el mérito. Funcionó como hogar, hasta el antiguo monarca Henrique I que se hospedó aquí. Un lugar imponente plagado de historia colonial. Su capilla, que congrega a los oriundos de la fe cristiana, es un lugar propicio para encontrar la paz interna.
Jacmel: Al Sur del país se encuentra esta pequeña ciudad que se sitúa en trámites para ser considerada patrimonio cultural de la UNESCO. Toda su arquitectura data del XIX. Es como dar un retroceso en el tiempo; sus calles, pasos, la bahía con las encalladuras, aunado a su parajes boscosos son una experiencia increíble. Acá la comida típica reina, pudiéndote deleitar de un rico Jomou de calabaza y pescado.
Museo de Guahaba: Situado en la ciudad de Limbé al norte de Haití, es un museo dedicado a la arqueología prehispánica, donde te pones en contacto con las primeras raíces naturales que poblaron el Caribe. Realmente un lugar fantástico que no puedes perderte.
Papillon Enterprise: ¿Eres fanático del arte? Entonces este sitio es el lugar predilecto para ti. Papillon Enterprice es una atracción monumental de artes, posee una tienda que aparte de exhibir sus obras ¡Las vende!
Se encuentra ubicada en la calle Delma de Puerto Príncipe y constituye el lecho de coleccionistas que van de paso por la isla.
Haití es otra de esas catalogadas «Perlas del Caribe» un lugar idóneo para que apliques color a tu vida con la sencillez de su gente, lo extraordinario de su naturaleza y lo fascinante de su historia plasmada en sus edificaciones. Anímate a venir.
